Puntajes Nacionales nos comparten sus tips y consejos para una buena preparación de la PDT

Con el inicio del año 2022, recibimos la excelente noticia de que dos alumnos de la Generación 2021 fueron Puntaje Nacional en la Prueba de Transición. Además, el promedio de toda la generación posicionó al DSV en el lugar 71 del Ranking Nacional (el año 2021 se ubicó en lugar 77). En un año que, sin duda, fue muy difícil, marcado por la pandemia y la incertidumbre, el trabajo colaborativo entre los alumnos, el apoyo de sus familias y la preparación y acompañamiento de nuestros profesores, fueron claves para este enorme logro y son motivo de orgullo. Nuestros egresados demostraron que con resiliencia, actitud positiva y determinación, se puede hacer frente a las más grandes adversidades.

Por lo anterior, felicitamos a todos los egresados por los muy buenos resultados obtenidos en la PDT. Los invitamos a ver más en este link: Resultados de la PDT

Para saber cómo fue su proceso de preparación y qué consejos le darían a los actuales IV° Medios, contactamos a los Puntajes Nacionales Martina Reinbach y Clemente Pérez para hacerles algunas preguntas. Los invitamos a ver la entrevista a continuación:

¿Cómo fue tu preparación para la PDT?

Martina Reinbach, Puntaje Nacional de Matemática (850 puntos): “Durante el 2021 participé en dos preuniversitarios, el Pedro de Valdivia y el preu de la Universidad del Desarrollo. Aparte de eso, hice muchos ejercicios de matemática, resúmenes para ciencias y guías de lenguaje. En lo que más me enfoqué fue en matemática, ya que ponderaba un 40% en la carrera y universidad que quería. Otra cosa que hice, fue hacer muchos ensayos y luego revisar las preguntas que había tenido malas para entender en qué me había equivocado y así aprender de los errores.»

Clemente Pérez, Puntaje Nacional de Matemática (850 puntos): “Yo personalmente tomé un profesor particular con mi compañero Cristóbal Schirmer (para Matemáticas), que nos encargaba hacer un ensayo a la semana desde principios de año, rematando al final con unos dos o tres a la semana. La idea era dejar la última semana libre, pero no le hice caso y seguí en ese último tramo con al menos uno al día hasta un par de días antes. Creo que me ayudó bastante, porque, a pesar de que el colegio creo que otorga todas las herramientas necesarias, la práctica hace al maestro. A fin de cuentas el colegio me lo había enseñado todo, con él después corregía las malas, que me ayudó a prestar atención a errores comunes y a aprender a hacer cierto tipo de ejercicios. Además, practicar con un compañero me ayudó mucho, porque comparábamos y teníamos una sana competencia, pues ambos perseguíamos el mismo objetivo. El dato pueden pedírmelo por interno los interesados.”

¿Qué fue lo más difícil en la preparación?

Martina Reinbach: “Yo creo que lo que más me costó fue estudiar, cuando no tenía ganas de hacerlo. En esos momentos, lo único que me motivaba era recordar cuál era mi objetivo y por qué me estaba esforzando tanto. Otra de las dificultades fue seguir esforzándome, aún cuando me fuera mal en los ensayos. Al principio mis puntajes eran bastante bajos para lo que necesitaba, por lo que me desmotivaba y pensaba que no iba a lograrlo. Después de un tiempo, comencé a ver mejores resultados, lo que permitió darme cuenta que todo lo que estaba estudiando valía la pena.”

Clemente Pérez: “Tengo la impresión de que lo que más me costó siempre fue poder mantenerme concentrado durante todo el tiempo, no pasar por alto un signo, una palabra en el enunciado, etc. La prueba, tal como comentamos varias veces con compañeros, no era tan difícil, pero el tema era no distraerse y cometer errores burdos, que fue lo que me pasaba casi siempre. Creo que tuve suerte de que justo en el momento preciso no me haya pasado eso, pero, ciertamente, trabajando cada vez ocurre en menor medida.”

¿Jugó un rol importante el regreso presencial el año 2021?

Martina Reinbach: Yo creo que sí. Tener las asignaturas PTU presencial, era muy distinto a tenerlas online. Sentía que aprovechaba más el tiempo y aprendía mucho más. Además, el compartir con mis amigos me sirvió para distraerme y desestresarme.

Clemente Pérez: Prefiero por años luz las clases presenciales por sobre las online, creo que podría decir que hasta jugó un rol mentalmente. Este año lo hallé principalmente como de repaso, pero sin duda me quedo con el ambiente que se forma en una sala de clases, que sin duda es mágico, y poder extender el horario de matemáticas, que fue lo que pasó en el transcurso del 2021, esto último porque permitía trabajar aún más en la semana. En mi caso, trabajo mejor cuando alguien está al lado mío diciendo que lo haga, encarrilándome. La Frau Vidal siempre que me distraía lo hacía, y eso sin duda me ayudó, porque me hizo practicar más y aprovechar el tiempo destinado a esto. Además con ella ahondamos en materias que a veces uno desprecia, pero que sin lugar a dudas hay que ensayar.

¿Qué consejos le darías a los IVº Medios sobre cuáles son los aspectos claves para una buena preparación?

Martina Reinbach: “Creo que lo principal es organizar bien los tiempos. Tener una rutina de estudio, con tiempos de descanso apropiados, en los cuales puedan dedicarse a lo que les gusta. Es muy importante mantener un equilibrio. Lo otro es no desmotivarse. Si les va mal, tomen el ensayo y revisen en qué se equivocaron, para poder ir mejorando y no equivocarse de nuevo en lo mismo. En matemática, les aconsejo que ejerciten mucho. De esta forma, van a empezar a resolver los ejercicios más rápido y van a tener tiempo de revisar la prueba. La última semana antes de la prueba, intenten relajarse para que así lleguen descansados y puedan dar lo mejor de ustedes al momento de rendirla.»

Clemente Pérez: “Lo primero es ser serio y objetivo, porque todos siempre deseamos sacar 850 en todas las pruebas, pero eso no es posible por mera habilidad o suerte, hay que tomarse las cosas con la seriedad necesaria. Segundo, creo que es necesario visualizar el horizonte, proponerse objetivos, a corto, mediano y largo plazo. Por último, ensayar, ensayar, ensayar y ensayar. No hay que quedarse con poco, un buen ensayo no asegura una buena PDT, ¡hay que seguir!

Por otro lado, creo que lo que me ayudó mucho a mí fue que días antes de la prueba me tranquilicé respecto al tema de la universidad. Resulta que yo tenía una en un pedestal y estaba obsesionado con ello, jugaba con los puntajes para ver cuánto yo iba a necesitar en cada prueba. Como mi fuerte era la prueba de matemáticas, creo que me estresaba en cada ensayo por sacar siempre un resultado alto. Yo, gracias a Dios, tenía más que definida la carrera, el problema era la universidad. Como mi primera opción era muy exigente, y dependía tanto de la prueba de matemáticas (en la que pocas malas juegan una mala pasada arriba en la tabla), me convencí a mí mismo que una prueba no define ni mi inteligencia, ni mis capacidades, ni mis habilidades actuales de matemáticas, tan sólo hay que pensar que una mala noche puede perjudicarte. Creo que en mi generación habían muchos capos, que aunque no se les dio, los veo igual de capos. Mi primera opción de universidad rondaba por mi cabeza, hasta que días antes, gracias a Dios, me liberé de eso y me dije que ni la prueba, ni la universidad iba a dictar quién soy. Eso creo que me sacó una carga de encima.

De todas formas, creo que podría perfectamente no estar escribiendo esto, y otros compañeros, o mejor dicho ya ex-compañeros, que tienen facilidades y son muy capaces podrían estar respondiendo estas preguntas, porque, como dije todo el año, podía darse, como también no. Es por eso que me siento afortunado, y quiero tratar de transmitir, como algo fundamental, que la presión psicológica que cada uno se pone al dar la prueba no coopera en nada, es una carga extra. Uno debe ser su primer apoyo. En el peor de los casos se repite la prueba, la vida no se acaba aquí.»

¡Felicitamos a los ex alumnos y agradecemos que se hayan tomado el tiempo para responder las preguntas!

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