«Dime de qué presumes y te diré qué adoleces»
Los valores morales o principios éticos a veces son vistos en la sociedad actual como algo anticuados, para otros pasados de moda y en cierto sentido, invisibles e ineficaces.
Para nuestra comunidad educativa, vivir los valores es la base de nuestra convivencia por lo que esta semana les presentamos nuevamente el tema de la modestia, esta vez desde una mirada más práctica.
¿Cómo actúa una persona modesta?
Una tarea de vida, una tarea de todos.
La modestia, como todos los valores, deben inclulcarse desde pequeños.
Las fábulas son una herramienta que nos permite reflexionar sobre los valores y muchos otros temas.
Les compartimos 10 fábulas para los más pequeños, que esperamos los ayude a reflexionar en familia.
Los alumnos que mejor aprenden, como los maestros que mejor enseñan, deben ser personas modestas y humildes con su saber.
Quien desea aprender debe tener la humildad de aceptar que no conoce lo que quiere aprender y así, sin temor al juicio, preguntar aún las cosas más obvias; pero de igual manera, quien enseña debe tener la humildad de aceptar que alguna vez no supo y también, sin ningún prejuicio, debe responder a las preguntas de su alumno por muy elementales que parezcan.
Cuando esta libertad de expresión se da, el conocimiento se ve fluir libremente en ambas direcciones, porque son muchas las cosas que un buen maestro puede aprender de un alumno que pregunta hasta lo más obvio.
Video basado en una historia real del Entrenador Ken Carter quien cambió la vida de sus estudiantes. Inculcó disciplina, amor propio, perseverancia, modestia y autoconfianza.
No creas que cuando practicamos la modestia estamos desvalorizando nuestras cualidades, se puede ser modesto sin desvalorizarnos ni quitarnos mérito.
La modestia es un valor muy importante, que solo puede ser ejercido por quienes verdaderamente han alcanzado grandes logros.