Enseñar, desarrollar cualquier tipo de habilidad, aprendizaje o pasión por un contenido, sin lugar a dudas representa un desafío constante. En Ciencias Naturales, específicamente en una asignatura como Química, la tarea se vuelve aún más compleja dada la naturaleza abstracta de los conceptos, la especificidad de los conceptos y el dinamismo de un currículum cada vez más desafiante en lo que respecta al alcance que debe tener la orientación de nuestro trabajo pedagógico con miras a la diversidad de formas y modos en que el aprendizaje se da en cada uno de nuestros estudiantes.
La inusitada llegada de la pandemia debido a la propagación del Sarscovid19 ha impactado con vehemencia la salud de los países, su economía, la política, la educación, modificando nuestra forma de relacionarnos y de vivir la cotidianidad encerrados, cumpliendo con las cuarentenas y otras medidas sanitarias. Este cambio radical de escenario nos ha obligado a pensarnos de manera distinta. La pandemia nos ha obligado a mutar; esto, porque hemos tenido que desarrollar rápidamente una capacidad de adaptación a todos estos cambios, generando una profunda transformación en muchas actividades cotidianas y laborales. Un ejemplo representativo es la educación a distancia a través de video conferencias y plataformas donde se publican las guías de trabajo y material de apoyo.
En la enseñanza, en general, y en especial en la de las ciencias, nuestros hogares espontáneamente se han transformados en aulas y, probablemente, la cocina, el baño y el garaje en más de una ocasión se han convertido en un laboratorio improvisado, para poder llevar a cabo una tarea, grabar un video o buscar una sustancia para clasificarla según su composición.
En este sentido, el objetivo de enseñar ciencias, va más allá de cumplir con lo que sostiene el currículum y su priorización. Hemos tenido que tomar decisiones cada vez más creativas para transmitir contenidos abstractos y poder establecer entre ellos puentes de sentido respecto a la vida de los propios estudiantes. En ese sentido, el trabajo colaborativo y la contextualización resultan elementos fundamentales para que los estudiantes puedan construir sus aprendizajes, reconociendo, palpando, comprendiendo que las ciencias en especial la química está en todos lados.
Desde los inicios el ser humano ha combinado los elementos necesarios para sobrevivir y miles de años después la especie humana continúa luchando por la supervivencia, a través de la experimentación con distintas sustancias y así poder erradicar las enfermedades que nos han acechado y anticiparnos a aquellas que aparecerán en el futuro. Hemos avanzado en nuestros campos de investigación para poder alimentar a una población mundial que crece exponencialmente día tras día, hemos buscado generar más y nuevos materiales para vestirnos, cobijarnos en una vivienda y, en definitiva, proveernos de una mayor calidad de vida, la respuesta a todos estos desafíos, la tiene una ciencia, esa, al menos, es la tarea que seguirá orientando a la Química.
César Morales
Profesor de Química, Enseñanza Media