Dirá una futura leyenda del Colegio Alemán que aquí alguna vez enseñó una educadora por más de 40 años… somos testigos de ello al despedir este año a nuestra querida Alexia Valck, quien comenzará su merecida etapa de jubilación, tras 41 años de labor en el DSV. Quienes más la conocen y aprecian, sus entrañables colegas del Ciclo Inicial, pueden dar cuenta de su trayectoria y el vacío que dejará en el ambiente escolar, tanto por su forma de ser alegre y cercana a las personas, como también por su compromiso hacia el proyecto educativo. En esta entrevista queremos revelar un poco más sobre Alexia y su paso por nuestro Colegio.
Legaste el año 1979 al DSV ¿Porqué y cómo llegaste a trabajar en el colegio?
Llegué de Concepción a Viña, casada y con un bebé. No conocía a nadie en esta ciudad, y la mejor manera de adaptarme era a través del trabajo y continuando con la cultura alemana.
¿En qué sede comenzaste? ¿Qué recuerdos tienes de esos tiempos de inicio?
Comencé en Agua Santa, un colegio muy pequeño, sólo llegaba hasta séptimo básico. Recuerdo mi falta de experiencia profesional al comienzo, pero lo “familiar” que era todo.
¿Tienes contacto actualmente con ex alumnos que tuviste como alumnos en esos primeros años? Deben tener hoy entre 45 y 50 años de edad, ¿cierto?
Sí, tengo varios apoderados exalumnos y colegas que fueron mis alumnos y alumnas.
¿Cómo sientes que ha cambiado el colegio y su comunidad en estas 4 décadas?
Podíamos salir a dar un paseo por el barrio durante la mañana sin necesidad de avisar a los padres o hacer nuestro asado de fin de año en el patio del colegio, o el Laternenfest con convivencia de educadoras con un vinito o pisco sour.
Tantas actividades, canciones, manualidades y presentaciones con los niños, tantas Kermesse en el Ferienheim… ¿Alguna actividad que recuerdes con especial afecto?
Creo que nuestros actos de fin de año en Agua Santa eran muy hermosos. Después los reemplazamos por los Spielabend o Bunter Abend, adaptándonos a los tiempos apurados en que vivimos y al lugar físico. En El Salto tuvimos espacio para hacer muchas cosas. Creo que una de las fiestas lindas era nuestro Weihnachtsabend en el patio, con villancicos y convivencia.
Las educadoras en Ciclo Inicial tienen un mundo y dinámica propios, que cuidan y cultivan con mucho cariño, creatividad, dedicación y compromiso. ¿Cómo definirías el ciclo inicial del colegio?
Un grupo de mujeres, cargadas de creatividad, muy dispersas en ocasiones y con alma de mamá.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión como educadora?
Me gusta estar en sala con los niños, interactuar con ellos, disfruto de los cuentos y comentarios.
¿Cómo fue este especial año en el cual han tenido que enseñar a distancia y en forma online?
Primero caí en shock, luego arreglé mi computador, después comencé con los encuentros, todo lleno de aprendizajes para mí. No poder abrazar o felicitar o alentar a los niños en forma presencial es muy frustrante. Creo que el modo presencial va seguir siendo la forma más efectiva de aprendizaje.
Tras tantas décadas enseñando y transmitiendo valores a los niños, ahora llegó una merecida etapa de descanso. ¿Qué es lo que más extrañarás del colegio?
Extrañaré mi café con las colegas en las mañanas y a los niños que esperan en la sala.
¿Qué mensaje le quieres dejar a tus colegas educadoras?
Que es la labor más linda que existe, que son las mejores profesionales, las más lindas y las más guapas, cargadas de humor y alegría.
¿Qué mensajes a los niños y las familias del ciclo inicial?
Que nuestro Colegio Alemán va a seguir siendo el Colegio Alemán, pueden cambiar los directores, rectores y educadores, pero ese sello se lleva de por vida. Yo diría que abre las puertas al mundo, por lo que deben seguir confiando en el colegio que han elegido y sus profesionales.